Inicio » Info general » Pre-cervix cáncer » Etapa 4: cáncer

VPH y cáncer: Conociendo los vínculos

Es esencial destacar que la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas y no causan cáncer. Sin embargo, cuando la infección persiste, especialmente con tipos de VPH de alto riesgo, puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer con el tiempo.

Cáncer causado por VPH

Algunos tipos de VPH están asociados con el desarrollo de diversos tipos de cáncer, siendo el cáncer cervical el más común.

Las pruebas de detección, como la citología y la prueba del VPH, son cruciales para el diagnóstico temprano y la prevención de complicaciones.

Cáncer de cuello uterino, cáncer cervical

El cáncer de cuello uterino, también conocido como cáncer cervical, es un tipo de cáncer que se origina en las células del cuello uterino, la parte inferior y estrecha del útero que se abre hacia la vagina. Por lo general, está asociado con la infección por el virus del papiloma humano (VPH).

Causas

La principal causa del cáncer de cuello uterino es la infección persistente por el VPH, un virus de transmisión sexual común. No todas las infecciones por VPH conducen al desarrollo de cáncer cervical, pero ciertos tipos de VPH, como los tipos 16 y 18, están asociados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.

Otros factores de riesgo incluyen el tabaquismo, tener múltiples parejas sexuales, un sistema inmunológico debilitado y antecedentes familiares de cáncer cervical.

Síntomas

En las etapas tempranas, el cáncer de cuello uterino suele ser asintomático. A medida que progresa, algunos posibles síntomas pueden incluir sangrado vaginal anormal (por ejemplo, después del coito, entre períodos menstruales o después de la menopausia), flujo vaginal anormal, dolor pélvico o durante las relaciones sexuales, y aumento de la necesidad de orinar.

Sin embargo, estos síntomas también pueden estar relacionados con otras afecciones, por lo que es importante consultar a un médico para un diagnóstico adecuado.

Diagnóstico

El cáncer de cuello uterino se diagnostica a través de un examen ginecológico y varias pruebas complementarias. El examen ginecológico incluye una citología cervical, también conocida como prueba de Papanicolaou o Pap, que consiste en recolectar células del cuello uterino para su análisis en laboratorio.

Si se encuentra alguna anormalidad en la citología, se puede realizar una colposcopia para examinar más de cerca el cuello uterino. En algunos casos, se pueden realizar biopsias para confirmar el diagnóstico.

Tipos de cáncer cervical

n ocasiones, el cáncer cervical presenta características tanto de carcinoma de células escamosas como de adenocarcinoma. Esto se denomina carcinoma mixto o carcinoma adenoescamoso. Muy raramente, el cáncer se desarrolla en otras células del cuello uterino.

Los cánceres cervicales se nombran según el tipo de célula donde comenzó el cáncer. Los dos tipos principales son:

Carcinoma de células escamosas: La mayoría de los cánceres cervicales (hasta un 90%) son carcinomas de células escamosas. Estos cánceres se desarrollan a partir de células en el ectocérvix.

Adenocarcinoma: Los adenocarcinomas cervicales se desarrollan en las células glandulares del endocérvix. El adenocarcinoma de células claras, también llamado carcinoma de células claras o mesonefroma, es un tipo raro de adenocarcinoma cervical.

Fuente: American Cancer Society

Tratamiento

El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende de la etapa de la enfermedad, la edad de la paciente, su deseo de tener hijos en el futuro y otros factores individuales. Los tratamientos comunes incluyen la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, que a menudo se combinan para mejorar los resultados.

  • En las etapas tempranas, es posible que solo se necesite una extirpación quirúrgica del tejido canceroso.
  • En etapas más avanzadas, puede ser necesario extirpar el útero y los tejidos cercanos.

Scroll al inicio